Guillermo Fatás, profesor emérito de la Universidad de Zaragoza y asesor editorial de Heraldo de Aragón, ha intervenido hoy en el almuerzo coloquio del Círculo Aragonés de Economía. Más de medio centenar de socios han asistido a este encuentro que llevaba por título «Nación, nacionalismo… Pero ¿de qué estamos hablando?»
En su intervención, Fatás ha señalado que en España se han repetido cuatro crisis a lo largo de la historia: social, religiosa, militar y nacional. Según él, «el término nación es a menudo asumido a nivel de creencias, y cuando se trata de creencias es difícil de deshacerlas con racionalismos».
«La palabra «nación» -ha señalado el catedrático- expresa diversos conceptos vinculados entre sí pero distintos. Hay nacionalismos políticos, nacionalismos étnicos, nacionalismos históricos.”
Guillermo Fatás ha subrayado que no se puede declarar unilateralmente la independencia de Cataluña. Para declarar la independencia de Cataluña «hace falta una mayoría superior que para nombrar al Síndic de Greuges»
El profesor emérito se ha referido también a la posibilidad de una reforma constitucional, posibilidad que ahora no existe puesto que «la condición de que haya un reforma constitucional es el consenso, y esa condición no se está dando».
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Guillermo Fatás Cabeza es catedrático de Historia Antigua de la Universidad de Zaragoza desde 1983 y profesor emérito desde el año 2014. También ha impartido lecciones y conferencias en distintas universidades entre las que sobresalen las de Colonia, Bolonia, Bruselas, Roma, Pau, Interamericana de Ponce (Puerto Rico), además de la Fundación Gulbenkian de Lisboa y la Hispanic Society de Nueva York. Su principal interés se ha centrado en los pueblos prerromanos de Hispania y el impacto cultural de Roma en la Península Ibérica. Es autor de una treintena de libros. Desde 1992 es académico correspondiente de la Real Academia de la Historia. Dirigió la Institución «Fernando el Católico» entre los años 1993 y 2000. Desde 2000 a junio de 2008 dirigió el periódico Heraldo de Aragón. Ha recibido distinciones como la Cruz al Mérito Militar, la Medalla de plata de la ciudad de Zaragoza y el Premio Aragón (1995), máxima distinción concedida por la Comunidad Autónoma.
